En una loma a las afueras de la localidad de Curiel de Duero, rodeada de viñedos y con el imponente curso del río de fondo, se alza el moderno edificio de Bodegas Comenge, una empresa nacida en el año 1999 impulsada por el entusiasmo de D. Jaime Comenge Puig. Bodegas y viñedos Comenge toma su nombre de D. Miguel Comenge Gerpe, padre del presidente de la bodega y autor del libro «La vid y los vinos españoles» publicado en 1942.
La bodega cuenta con 28 hectáreas de viñedo en los términos municipales de Pesquera y Curiel de Duero, de las variedades Tempranillo en su mayoría y Cabernet Sauvignon, parte de esos viñedos rodea a la bodega completando un entorno de gran belleza. El viñedo se cultiva en espaldera de gran altura para mantener todos los pámpanos expuestos y dejar a los racimos bien aireados, evitando enfermedades. Así mismo, se evita en todo momento una gran vigorosidad del viñedo mediante prácticas de cultivo como una intensa poda en verde, despuntado, aclareo de racimos, deshojado… con el fin de controlar la producción asegurando una correcta madurez, sanidad y equilibrio de los racimos.
Los racimos son recogidos en su adecuado punto de maduración, tanto de la pulpa como de los hollejos y las pepitas, siempre teniendo en cuenta el vino que se desea obtener. La vendimia se realiza de forma manual, transportando los racimos en cajas apilables de plástico para garantizar que la uva llegue en perfecto estado a la bodega.
Ya en la bodega, las cajas son descargadas en una cinta transportadora donde se realiza una primera selección de los racimos, desechando aquellos que no reúnen la calidad deseada. Tras el despalillado, las uvas sufren una segunda selección donde son desechadas aquellas bayas en mal estado, sin madurez, retirándose también restos de hojas o raspones. Las uvas seleccionadas son estrujadas y encubadas en depósitos de acero inoxidable donde realizan la fermentación alcohólica totalmente controlada, bajo la supervisión técnica de Rafael Cuerda García-Junceda.
Una vez elaborado el vino, se somete a una crianza en barricas de roble francés y americano de grano fino y tostado lento, renovadas cada tres años, que le confieren al vino el equilibrio, estabilidad y complejidad deseado, dando como resultado unos vinos exquisitos y con un gran potencial de envejecimiento.
La capacidad de producción de la bodega es bastante reducida, de aproximadamente 150.000 botellas, lo que garantiza la posibilidad de controlar y asegurar la calidad del producto añada tras añada. Elaboran dos marcas comerciales: «Comenge» es un monovarietal Tempranillo con una crianza de 13 meses en barrica de roble, 85% francés y 15% americano; «Don Miguel Comenge» es el buque insignia de la bodega, con un 90% de Tempranillo y un 10% de Cabernet Sauvignon, y una crianza de 22 meses en barrica de roble francés nueva.
La bodega, además, realiza visitas organizadas para el público y cuenta con una amplia oferta de actividades turísticas en su entorno. Una bodega joven, amable, abierta que guarda en su interior el secreto de los grandes vinos.