Como ya os comentamos anteriormente, el día 10 de Noviembre se celebró en el Hotel Palace de Madrid el X Salón de los Vinos de Madrid. Hasta allí nos desplazamos para conocer y degustar los próximos vinos que saldrán al mercado amparados con el sello de esta Denominación de Origen. El evento contó con la presencia de 23 bodegas madrileñas que mostraron al público sus nuevos caldos, 96 en total.
- Bodega Don Álvaro de Luna
- Bodega del Real Cortijo Carlos III
- Bodega Ecológica Andrés Morate
- Bodega Ecológica Luis Saavedra
- Bodegas Bernabeleva
- Bodegas Castejón
- Bodegas Gosálbez Ortí
- Bodegas Jesús Díaz
- Bodegas Licinia
- Bodegas Orusco
- Bodegas Pablo Morate
- Bodegas Ricardo Benito
- Bodegas Señorío de Val Azul
- Bodegas Tagonius
- Bodegas Valle del Sol
- Bodegas y Viñedos Valleyglesias
- S.A.T. San Esteban Protomartir
- Solera Bodegas
- Vinícola de Arganda
- Vinos Jeromín
- Vinos y Aceites Laguna
- Viñas El Regajal
- Cooperativa Vinícola San Roque
En uno de los salones del Hotel se dispusieron los 23 stands de las bodegas y cada uno de los invitados pudo probar y comprobar la calidad de los diferentes vinos de cada bodega. Se trataba de un evento promocional de los vinos de la Denominación de Origen y la verdad es que primó más la degustación de los vinos y las relaciones entre las bodegas y el público, que la cata profesional para evaluar la calidad de dichos vinos, puesto que la iluminación de la sala no era la más adecuada y en el ambiente reinaban muchos más aromas que los propios de los vinos.
De todas formas, el evento fue un éxito en cuanto a asistencia de público y profesionales y pudimos degustar varios de los vinos que ofrecieron las bodegas. Próximamente publicaremos sus fichas de cata.
Imagino que nadie probaría los 96 vinos que había, ¿no?
Espero que no, pero seguro que un vino de cada bodega si le cayó a más de uno… De todas maneras te servían muy, muy poca cantidad. Para poder catar algunos vinos tuve que decirle a la persona del stand que me echase un poco más, porque entre la luz y la cantidad de vino casi ni se podía apreciar el color y su intensidad. Pero bueno, como pone en el post era más un salón para degustar que para catar.