La Cabernet Sauvignon es la variedad de uva tinta con más éxito mundialmente. Originaria de Burdeos, podemos encontrarla en cualquier zona templada y caliente del mundo, como puede ser Argentina, Chile, California, Australia, Italia, Bulgaria, Rumania, Grecia, Turquía y por supuesto España, donde debido al clima reinante en la península, se cultiva en todo el país excepto en Galicia, Asturias y La Rioja.
Los frutos de la Cabernet Sauvignon son pequeños, esféricos, oscuros y de piel gruesa, siendo el racimo compacto. De maduración tardía, y de rendimiento relativamente bajo, lo ideal es cultivarla sólo en aquellos lugares adecuados climatológicamente donde se pueda obtener un vino de calidad.
No se suelen encontrar vinos monovarietales de Cabernet Sauvignon, sino en compañía de otras variedades como pueden ser Cabernet franc o Merlot. Esto es debido a que produce un vino muy tánico, por lo que puede resultar demasiado áspero en boca.
Los vinos jóvenes presentan un color rojo sombrío con notas violáceas en el ribete, que acaba evolucionando en rojo ladrillo tras una crianza en barrica de roble, así como los aromas que pasan de aromas frutales como grosella, a madera de cedro, regaliz, incienso e incluso trufa. Ideal para su crianza en barrica de roble, un vino de guarda puede continuar mejorando durante decenios.